El lijado es una de las tareas más importantes cuando vayamos a pintar cualquier superficie, da igual que sea un mueble, una pared, una puerta o lo que sea, es de vital importancia lijar perfectamente la superficie. El acabado final dependerá en gran medida de como hayamos lijado.
Y ya que es tan importante, no lo es menos conocer los tipos de lija adecuados para cada trabajo.
Existen dos tipos de lijas de mano, los tacos y las esponjas.
Esponjas:
Hay tres tipos: Grano fino, grano medio y grano grueso.
La esponja es muy útil para todo tipo de superficie, sobre todo para las que son curvas, ya que al ser una esponja, es muy flexible y se adapta a cualquier tipo de superficie ya sea curva, cuadrada o recta. También es ideal para lijar paredes lisas.
Evidentemente dependiendo del lijado que queramos, utilizaremos un grano u otro. Yo aconsejo utilizar siempre el grano medio, aunque siempre hay excepciones. Por ejemplo, si estamos barnizando una puerta y ya le hemos dado una mano, antes de darle la segunda es aconsejable darle una pasada de lija, en este caso lo correcto sería darle una pasada con una lija de esponja de grano fino.
Y el grano grueso se suele utilizar sobre todo para quitar oxido en superficies de metal.
Tacos de lija:
Los tacos también tienen tres tipos de grano: Fino, medio y grueso.
El taco de lija se suele utilizar para rincones y esquinas para conseguir un una línea recta. Y tratar algunos rincones sin deformarlos.
No son nada aconsejables para superficies curvas ya que no son flexibles.
Igualmente el taco de lija con grano grueso también se suele utilizar para superficies de hierro oxidado o superficies donde tengamos que rebajar bastante con la lija.