10 cambios rápidos decorativos que son bastante sencillos de aplicar y con los que se puede lograr un gran impacto.
Te los cuento en formato de vídeo o de texto con fotos más abajo si no te apetece leer.
Empezamos:
Vídeo cambios rápidos
Y a continuación comienza el artículo en formato de texto:
Marcos de fotos niños
¿Habéis visto estos marcos de fotos que son realmente económicos y que podemos encontrar en cualquier tienda de nuestro barrio muy fácilmente cualquier día de la semana?
¿Y habéis visto esos colores tan vibrantes y llamativos que tienen los cuadros de los niños?
Pues todo junto queda de maravilla para ese rincón de las escaleras que no sabes qué poner, para ese pasillo vacío que tienes que tampoco sabes qué poner, o para cualquier rincón que no sepas qué poner, incluso para su propio dormitorio, y solo necesitas unos sencillos marcos blancos y poner varios de ellos juntos.
La teoría de la silla inesperada
Fotografía IKEA
Seguro que ya habéis escuchado por varias partes la teoría del rojo inesperado, ¿verdad?
Y es verdad, funciona, hay ciencia detrás de ella, algún día lo veremos. Un toque de rojo hace maravillas, los espacios se vuelven más interesantes al momento.
Pues bien, yo tengo otra teoría que es la teoría de la silla inesperada y creo que pocas veces le sacamos partido.
Muchos rincones que no sabemos cómo decorar, se pueden solucionar y embellecer, al menos temporalmente, con una silla.
Da igual el tipo de silla, no tiene por qué ser una silla de diseño.
Simplemente con el hecho de colocar una silla en ese rincón, ya lo tenemos vestido y al hacer este gesto, multiplicamos las opciones, porque ahora, esa silla nos ofrece la oportunidad de poner un cojín con un bonito color, o una mesita con una lámpara o una lámpara de pie, un bonito cuadro arriba, y suma y sigue.
Otro cambio decorativo rápido que puedes hacer en un día y que transformará cómo se ve ese rincón.
Añade ese color que te encanta
Añadir ese color que tanto te gusta es uno de los cambios más potentes y rápidos para decorar nuestro hogar.
Todos tenemos un color que nos encanta y que por algún motivo no terminamos de atrevernos, o no terminamos de verlo en nuestra decoración porque creemos que no combina, que ese color es muy fuerte, o no sabemos cómo combinarlo y al final decidimos no ponerlo.
Pero luego, cuando lo vemos por ahí, ya sea en un coche, en casa de otro, en las redes sociales, nos entusiasma, nos hace feliz verlo.
De verdad, piensa en un momento en cómo te sientes cuando ves esos colores que te encantan.
Ahora imagina que esas punzadas de alegría las pudiéramos añadir a toda nuestra casa.
Sentiríamos, ya sea de forma consciente o inconsciente, que nuestra casa nos gusta más y que nos sentimos más a gusto.
Y para que perdamos el miedo a hacerlo o para que esos colores no rompan la estética que buscamos o que tenemos, hay muchas formas de hacerlo:
Una de ellas es mediante plantas y flores que tengan ese color que nos encanta.
Porque una planta siempre queda bien, damos por sentado de antemano que va a quedar bien, ni siquiera a veces pensamos en términos decorativos cuando añadimos unas flores, por ello es una forma fantástica de introducir este color ya que no tenemos la barrera del miedo.
También lo podemos hacer “escondiendo” este color, pintando dentro de algún mueble que abramos regularmente, ya que así no vemos continuamente el color, no interfiere con nuestra estética y disfrutamos de él.
También te animo a hacerlo en cosas que no están relacionadas directamente con la decoración, como una taza, un bolígrafo, un cuaderno, o en la funda del móvil.
Estos elementos no los consideramos decoración y no tenemos miedo a que combinen o no combinen, simplemente, nos gustan, lo que hace que nos saltemos la barrera del miedo al añadir color.
El secreto está en los pequeños detalles
La arquitectura, los muebles y la decoración cada vez se está volviendo más fría y con menos detalles.
Hoy en día la mayoría de elementos que se diseñan son prácticamente asépticos, fríos y sin una gota de carácter, por lo que se hace imprescindible, más que nunca, poner atención a los pequeños detalles.
Son cambios decorativos rápidos y sencillos, en muchas veces también los más económicos, pero son los que van a darle a nuestro hogar encanto, personalidad y van a romper la monotonía de líneas rectas y superficies asépticas.
Y una manera efectiva, para que notemos un gran cambio en la decoración de nuestro hogar es añadir estos detalles en sencillos gestos que hacemos diariamente ya sin darnos cuenta.
A la hora de abrir un simple cajón, cuando encendemos las luces de casa, cuando abrimos las cortinas o las cerramos, cuando abrimos una puerta, cuando nos da por coger un libro, o simplemente cuando necesitamos un pañuelo.
En estos gestos cotidianos, se puede encontrar mucha belleza tanto para hacer la casa más bonita rápida y de forma fácil como para que nos sintamos más a gusto con ella y en ella.
Deja de luchar contra lo inevitable
Dejar de luchar contra lo inevitable también va a hacer que con unos gestos relativamente sencillos tu hogar cambie radicalmente.
Porque, cuando dejas de luchar contra ese espacio oscuro que tiene poca luz natural, cuando dejas de luchar con ese maldito aparato de aire acondicionado que tienes ahí en la pared del sofá o cuando dejas de luchar contra esos radiadores que quieres integrar o hacer que desaparezcan y lo aceptas, entonces es cuando realmente vas a dar salida a esos elementos.
Porque si tenemos un espacio muy oscuro, pintar de blanco, poner muebles claros y otros muchos consejos que hemos visto en otros artículos, no van a solucionarlo.
La iluminación natural la podemos mejorar y optimizar, pero nunca la podemos solucionar con trucos. A no ser que hagamos obra y tiremos tabiques.
Por lo que, a los espacios oscuros, hay que tratarlos, hay que encararlos a la hora de decorar con otra perspectiva, hay que aprovechar los que nos dan, que, generalmente, es un espacio opresivo.
Así pues, si cogemos esa opresión, y la transformamos, añadiendo materiales cálidos como madera y textiles cálidos, colores cálidos y una iluminación artificial cálida, esa opresión se transforma en un espacio que nos envuelve y nos acoge dulcemente.
También, otra cosa con la que luchamos mucho son los pilares o columnas dentro de casa.
Ese pilar no va a desaparecer y ya has probado de todo para disimularlo. ¿Has probado a convertirlo en protagonista?
Deja de luchar contra él, acéptalo y dale el mejor estilo que puedas en base a tus gustos.
Con el aire acondicionado ocurre lo mismo, me encuentro muchos clientes que cuando les sugiero poner un papel pintado o unos cuadros o unas molduras en la pared donde tienen el aire acondicionado no les gusta la idea porque tienen el aire y no saben cómo va a quedar todo, no creen que quede bien.
Pero sí queda bien. ¿Sabes lo que hace que esa pared no te termine de gustar? Que solo tienes el aire acondicionado y la pared blanca sin nada más para intentar disimular el aire y solo ves el aire.
En este proyecto decorativo de hace un año o así nos enfrentamos a este problema. Y en este caso, ni la propietaria de la vivienda ni yo, le dimos más importancia al aire acondicionado.
Simplemente se diseñó la decoración teniendo en cuenta que ahí siempre iba a haber un bulto a no ser que se cambiara de lugar, lo que no iba a suceder, al menos a corto o medio plazo.
Al final pusimos papel pintado, pusimos cuadros, pusimos apliques y pusimos todo.
El aire acondicionado se sigue viendo, pero está integrado en la decoración, está integrado en la escena porque está decorada.
Y con los radiadores ocurre lo mismo, no soy muy partidario de utilizar cubreradiadores por toda la casa o baldas.
Sinceramente los radiadores mejor integrados que he visto durante toda mi vida, son aquellos que más destacan.
Si lo que queremos es integrar un elemento en la decoración, ese elemento tendrá que sumar, ¿no?
Así que una solución puede ser dejar de intentar hacer que desaparezcan y en su lugar hacer que sumen bien pintándolos del mismo color que la pared, pintándolos de un color que combine con la decoración que tenemos en su entorno o haciendo que destaquen creando contraste.
Simplemente son 4 ejemplos bastante comunes, pero ¿te imaginas que eso que tienes en tu casa que no te gusta nada y llevas todos los años que llevas viviendo en tu casa luchando contra ello, de repente se convierte en una de las cosas que más orgullo te dan de tu casa? Es algo que puedes hacer en un fin de semana.
Techos muy altos y poco acogedores
Otro cambio decorativo rápido y sencillo que podemos hacer en un sábado libre es hacer que todo se sienta más acogedor.
El ser humano por naturaleza quiere sentirse arropado, recogido, resguardado.
Y cuando tenemos los techos muy altos, o no tenemos decoración en la parte alta de las paredes, es muy probable que no sintamos el espacio acogedor, básicamente porque por arriba, no tenemos nada que nos recoja. ¿Os acordáis de la tarea de la caja?
Un espacio se siente completo y nos hace sentir confortables y recogidos cuando estamos rodeados por una caja que nos acoge y nos resguarda.
Cuando algún cliente me contacta y me dice que siente su hogar o una zona de su hogar poco acogedora pero no quiere poner cuadros o pintar o pintar todas las paredes, o también quizá porque tiene zonas en casa que los techos son muy altos, podemos hacer que el espacio se sienta más acogedor.
Simplemente pintando una línea en el perímetro o en las paredes que queramos a una altura más baja que el techo, y si te estás preguntando de qué color pintar la línea, píntala de algún color que ya tengas en casa.
O simplemente píntala del color que te guste, así disfrutas de él en pequeñas dosis como veíamos antes y luego pones un par de cojines a juego.
Decora para momentos
Fotografía Grovemade
Cuando no sepas cómo decorar, decora para momentos.
Este es un cambio decorativo rápido y sencillo que va a transformar cómo te sientes con tu casa y lo bonita que esta se ve y la mayoría de lo que necesitas o todo lo que necesitas ya lo tienes en tu casa.
Si ves todas las fotos de revistas, te darás cuenta de que la mesa de comedor, siempre tiene la vajilla.
Esto es por dos razones, una de ellas es porque así hay más elementos encima de la mesa que suman decoración y la escena es más profunda y más rica.
Y la otra, es un factor psicológico que hace que, por un lado, al ver la mesa así, veamos que es más real, porque imaginamos o sentimos que hay personas en esa casa que comen y también.
Y por otro, y esto se hace mucho en el home staging, no solo en la mesa de comedor, sino en todas, es para que nuestra mente, de forma inconsciente, se imagine el momento real de estar cenando con la familia cuando vemos una escena en la mesa del comedor.
Y de esta forma la escena es mucho más bella, nos entra más por los ojos y por la imaginación, directa al cerebro. Así se vende más.
Pues bien, esto lo podemos utilizar a nuestro favor en nuestra propia casa, no en la mesa de comedor, porque tener la mesa puesta preciosa todos los días es inviable en el día a día, pero sí en el resto de mesas, por ejemplo poniendo en la mesita de al lado del sofá, una vela o una lámpara, unos libros y un bonito posavasos para dejar nuestra bebida.
De esta forma, decoramos de forma bonita, y además, tenemos lista la mesa para ese momento. Nuestro cerebro lo va a ver y se va a sentir muy a gusto y nosotros también, porque sin darnos cuenta estaremos utilizando esa mesa y teniendo un momento muy agradable.
Es igual con la mesa de centro. A mí me encanta decorarla con libros y revistas, y también me lo habéis preguntado en los comentarios que por qué uso estos bultos grandes en la mesa que me roban mucho espacio.
No es solo por estética, es porque además de decorarla, creas el momento para hacer esa actividad.
Añade una planta
Añadir una planta es otro cambio decorativo fácil, sencillo y universal para que la casa se vea más bonita de inmediato, no importa el motivo por el que sea. Ya sea porque sientes que te falte color.
O porque quizá notes el espacio en general un poco plano y aburrido.
O porque tengas demasiadas líneas rectas y notes la casa poco acogedora.
O porque sientas el espacio estéril o aséptico, o porque no sepas qué poner en ese rincón. Una planta siempre es la solución.
Y no nos olvidemos del macetero, es la otra parte de la ecuación.
Añade un macetero que a ti te guste, por supuesto, pero que diga algo, que sume tanto a la planta como a tu decoración.
Los que no fallan nunca son los de terracota, también los acabados envejecidos desgastados aportan mucha calidez y sus tonos neutros combinan con todo.
O si tienes una decoración más sofisticada, prueba los negros y dorados.
Elimina la incomodidad
Otro cambio rápido y sencillo para tu casa que puedes hacer en un fin de semana es arreglar todo aquello que te genera desorden e incomodidad física y mental.
Y puedes pensar que es una tontería, pero ahora piensa cuántas de esas incomodidades se pueden acumular en las casas.
Un cajón que no abre bien, el picaporte de la puerta del baño desgastado, una persiana un poco inclinada que no termina de cerrar bien, quizás una baldosa un poquito suelta y cada vez que pasamos por ahí notamos que está un poquito suelta.
Estas pequeñas incomodidades nos hacen sentir mal en nuestra propia casa, y lo peor es que muchas veces las damos por normal, y seguimos con nuestra vida.
Pero en el momento que lo hacemos, esa pequeña tontería, cambia radicalmente ese momento, por lo que eliminar todo aquello que nos genera ruido mental por pequeño que sea, creo que es más importante que tener la casa preciosa.
Dime qué pequeñas cosas has arreglado hace poco que te han hecho sentirte mucho mejor en tu casa. Te leo en los comentarios.
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