Aunque la meditación sea algo milenario, en occidente, es ahora donde está pegando más fuerte que nunca.
Parece ser que ponerle un nombre chulo como Mindfulness o Meditación trascendental vende más y como no hay nada que no se venda en este mundo y de lo que no se quiera sacar provecho económico, el boom de la meditación ha llegado a todos los hogares.
Y bueno, como digo siempre, este es un blog de decoración y después de esta pequeña premisa me gustaría ir a lo que realmente nos interesa, la decoración.
En este caso, obviamente, vamos a ver ideas, consejos y fotografías para crear una habitación de meditación en casa o un espacio apropiado en caso de que no dispongamos de una habitación para tal fin.
Lo ideal es poder elegir la habitación o dormitorio a usar como espacio para meditar, aunque esto no es posible en la mayoría de los casos, vamos a tomarlo un momento como válido para incluir estos consejos. Más abajo, también veremos cómo adaptar un rincón o cualquier dormitorio para meditar.
Un espacio sencillo. Esto parece obvio, un espacio para meditar tiene que ser sencillo, las paredes con colores suaves, tranquilos y serenos como los grises, verdes muy suaves o tonos tierra por ejemplo.
Nada de colores agresivos como el rojo, amarillo o naranja.
Si podemos prescindir de muebles mucho mejor y si queremos alguno, que sea de diseño minimalista, que ocupe el menor espacio mientras nos aporta la funcionalidad que necesitamos.
Tiene que ser un espacio en donde no haya nada que nos distraiga, donde el foco principal de atención seamos nosotros mismos cuando entremos.
Aquí tenéis algunos ejemplos que podéis imitar.
La decoración sencilla e inteligente. Cuando digo que un espacio para meditar tiene que ser sencillo, no quiero decir que no se pueda decorar, pero hay que decorar con inteligencia.
Añadiendo accesorios y complementos que no distraigan, en colores neutros y bien combinados.
Un cuadro por ejemplo de un campo de algodones es un complemento perfecto para decorar una pared en un espacio de meditación.
Alguna figura del gran Buda también.
Los textiles que sean de colores lisos y a ser posible de tonos neutros.
Evitar todo aquello que sobre cargue el ambiente. En definitiva, que podemos y debemos decorar la habitación de meditación pero con inteligencia y sencillez.
A tener muy en cuenta el sonido. Algo muy importante a tener en cuenta, prácticamente lo más importante, es el sonido que recibe el espacio de meditación.
Escoger un sitio sin ruido o el menor posible a no ser que este sea un ruido natural como el de un rió, arroyo o la playa o un bosque por ejemplo. Esto es algo obvio.
Utilizar zafus, cojines, alfombras, pufs y otros asientos para meditar.
No es imprescindible ya que la meditación se puede llevar a cabo en cualquier sitio, pero si tenemos una habitación o espacio para meditar en casa preparada para tal fin, añadir pufs, cojines, zafus, alfombras, bancos de meditación, esterillas o colchonetas, siempre será un gran acierto.
Fotos: Vivianayoga, Blog outlet de viviendas.