Hoy en día con la de mesas de centro tan modernas, con esos diseños tentadores y con los precios por los suelos es difícil resistirse a comprarse una cuando se necesita, cuando la que tenemos se ha quedado vieja.
Pero con un poco de paciencia e imaginación podemos tener una mesa nueva sin gastarnos apenas dinero, dejándola con una apariencia como nueva, contemporánea y lo más importante a nuestro gusto, totalmente personalizada.
Así que hoy os traemos una idea para renovar una mesa de centro, por cuatro duros, para que veas que con un poquito de maña se puede evitar gastarse el dinero en una mesa nueva. Vamos a ver como hacerlo paso a paso.
Esta es la mesa inicial, la mesa de centro que un principio se iba a tirar pero al final sus dueños decidieron darle una segunda oportunidad, y menos mal que lo hicieron.
El primer paso es lijar toda la mesa con una lijadora eléctrica con una lija de grano medio (220) para sanear la madera, quitar rayas, manchas, impurezas y regular lo máximo posible su superficie.
Una vez lijada la mesa, se limpia bien de polvo y se desengrasa. Luego le damos una mano de imprimación selladora. La selladora es un producto especial muy parecido a la pintura que se aplica sobre todo en maderas para sellar los poros de esta y preparar la superficie para que la pintura se adhiera perfectamente. La selladora la podemos adquirir en cualquier tienda de pinturas y se diluye con disolvente normal. Para aplicarla necesitamos un rodillo de espuma y un brochin.
Una vez hemos dado la imprimación selladora y se ha secado (12 horas mínimo). Le damos una suave lijada con una lija de esponja de grano medio para quitarle cualquier impureza que pueda tener.
Ahora ya tenemos la mesa lisa para empezar a pintarla. En este caso se pinto la superficie, la tabla, de un esmalte imitación a madera oscura. Este esmalte lo venden en cualquier tienda de pinturas y se aplica con una brocha plana siguiendo la dirección de la veta de la madera y la pintura sola hace el efecto de la veta, con una mano normalmente es más que suficiente.
Una vez tememos la parte de arriba de la mesa pintada solo tenemos que pintar con esmalte sintético blanco el resto de la mesa con un rodillo pequeño de espuma y un brochin para los rincones donde no llegue el rodillo. Seguramente tendremos que darle un par de manos, dejando entre mano y mano un tiempo de secado de al menos 8 horas.
Una vez tenemos todo pintado, dejamos secar y listo, ya tenemos nuestra nueva mesa totalmente personalizada y a nuestro gusto, y sin gastarnos cientos de euros en una nueva.
Podéis ver más detalles en el blog de su creadora: Paisley and polkadotthreads.