En ocasiones por unas razones u otras no queremos tocar el color de las paredes, bien puede ser porque nos gusta el color que tenemos, o porque pintar en ese momento es un tremendo lío. El caso es que si queremos darle color a nuestro hogar, no tenemos por qué depender siempre de la pintura. Gracias a los complementos decorativos como cortinas, cojines, alfombras, cuadros, lámparas y cientos de complementos más, podemos aportar mucho color y decoración sin necesidad de pintar las paredes.
Veamos algunos ejemplos.
En una habitación infantil, es imprescindible que no falte variedad de color, pues es un factor determinante para estimular la imaginación de los niños. Si queremos pintar las paredes, podemos hacer uso de alfombras u otros textiles con mucho color.
La ventaja que tenemos en una habitación infantil, es que los colores vivos y alegres y la combinación entre ellos deben ser esenciales, lo cual no ocurre en el resto de la casa, donde se requiere otros colores más adecuados para ese entorno más sereno.
En el salón gracias a jarrones decorativos, cortinas de colores, alfombras, cojines y cientos de complementos más bien decorados, podemos conseguir una decoración alegre y muy colorida sin tocar las paredes, como en este salón.
Si os fijáis las paredes están blancas, pero hay tanto colorido en los textiles y muebles que no nos fijamos en ellas, son estos complementos los que llaman nuestra atención por completo convirtiéndose en el foco principal del salón.
Igualmente solo con cortinas podemos lograr un efecto decorativo y muy vistoso sin tocar las paredes. Gracias a la gran cantidad de modelos, colores y diseños disponibles de cortinas, prácticamente no tenemos limite.
Como veis haciendo uso de los cientos de complementos decorativos que tenemos a nuestra disposición, si queremos no nos hace falta pintar las paredes para conseguir color en nuestro hogar.